De cómo los caballeros de Salisbury se prepararon a afrontar los tiempos de
anarquía, y de cómo conocieron al Rey Cerdic de Wessex.
Este, el primer año después de la muerte del Rey Uther, del Conde Roderick y del resto de los nobles, se presentaba complicado en Salisbury. En Sarum, la capital del condado, se reunieron los caballeros más importantes para tomar en consideración cómo afrontar este período de anarquía.
La señora de la corte era la Condesa Ellen, regente hasta que su hijo Robert llegara a la mayoría de edad. Ésta, carente de experiencia, erigió un consejo de caballeros para que le asesorara.
Sir Amig el Asesino de Sajones, Castellano de Tilshead, era primero en rango. Era un caballero ya viejo cuyas heridas le impedían tomar las armas, pero aún así su experiencia debía ser útil.
Después estaba Sir Baelor, Abanderado de Winterbourne Stoke. Famoso por su liderazgo en batalla, era un hombre viudo, y las malas lenguas decían que cortejaba a la Condesa Ellen, aunque si era cierto, lo hacía de forma discreta.
"Mi pobre esposa muerta, qué le vamos a hacer... ahora me llamarán "Sir Baelor, el soltero de oro". Sir Baelor comienza a cortejar a la Condesa Ellen." - Rafa, el jugador que lleva a Sir Baelor.
Sir Lady Astrid, Abanderada de Dinton, era la siguiente. Era una mujer de ascendencia sajona, experimentada, famosa por su comportamiento caballeresco y su lealtad a la familia del Conde. Su joven hermana Sir Lady Arya le acompañaba en el consejo, observando y aprendiendo, aunque apenas participaba en él.
Sir Lady Freya también fue invitada al consejo. Era una caballera vasalla con gran gloria, práctica y conservadora, con una lengua afilada. También poseía algo de sangre sajona en las venas y su familia y la de Sir Lady Astrid habían sido amigas y aliadas desde hacía muchas generaciones.
Luego estaba Sir Jaradan, caballero vasallo cristiano, que mantenía una famosa rivalidad con Sir Baelor para determinar quién era el mejor espadachín del condado.
Y finalmente el consejo lo integraban Sir Lycus y Sir Obon. Aunque ambos eran meros caballeros mantenidos, su experiencia y habilidades los habían hecho dignos de entrar al consejo. El año pasado ambos habían abogado porque algún caballero tomara las riendas del condado, lo cual no les había granjeado las simpatías de muchos, pero la Condesa Ellen parecía no habérselo tenido en cuenta.
Las noticias corrieron como la pólvora ese año. Sir Brastias, el antiguo guardaespaldas del Rey, que ahora era un mercenario muy buscado, habló con Sir Obon de invasiones: en el norte las tropas del Rey Malahaut habían avistado exploradores pictos al sur del muro de Adriano; al oeste, mercenarios irlandeses se habían unido a la guerra civil en Estregales; el este los reinos sajones parecían más activos que nunca; y en el sur, el Rey Idres de Cornualles, parecía dispuesto a aumentar sus dominios en Britania.
También les contó que en Londres había aparecido una espada clavada en un yunque con una extraña inscripción: "Aquel que me arranque de esta piedra y este yunque se proclamará Rey de Britania". Muchos intentaban arrancar la espada de la piedra, Sir Brastias incluido, pero aún nadie había sido capaz de extraerla.
Aquel año se comenzaron grandes obras. El castillo de Sarum debía reforzarse y se decidió construir murallas alrededor de la ciudad. Las arcas estaban vacías, así que Sir Amig pidió ayuda a los miembros del consejo. Sir Amig y Sir Baelor contribuyeron con 20 libras cada uno. Sir Lady Astrid aportó 15 libras y tanto Sir Lady Freya como Sir Obon entregaron 10 libras cada uno, la primera a regañadientes, el segundo donando buena parte de sus riquezas personales. Sir Lady Freya, a petición del consejo, redactó una misiva para que otros señores de Salisbury contribuyeran a las obras de forma económica.
El Duque Ulfius envió un correo ese año: el Duque se estaba recuperando de las heridas sufridas en la batalla de St. Albans y el Supreme Collegium había sido convocado en Silchester para escoger un Alto Rey. Sir Amig, acompañado por una escolta, fue enviado para asistir al encuentro en nombre de Salisbury.
Sir Lady Astrid se enteró de que la Reina Ygraine, confiando en Dios antes que en caballeros sin señor, se había retirado a la Abadía de Amesbury junto a su hija más joven, Morgana. Amesbury estaba en Salisbury, y durante todo el año muchos nobles britanos trataron de hablar con la Reina, aunque ella parecía haberse retirado del mundo y no recibía a ninguno.
Merlín contó a los caballeros que unos Sajones estaban llevando un gran cargamento de provisiones,
armas y armaduras hasta la corte del Rey Cerdic, y que debían ser detenidos. El convoy estaba liderado por el Caballero
de los Colmillos, un terrible caballero Sajón.
Los caballeros decidieron detener a los Sajones. Merlín les guió a través del bosque usando su magia. Envueltos en la niebla provocada por el Aliento del Dragón, los caballeros cayeron por sorpresa sobre las carretas. Primero se enfrentaron a un grupo de Sajones con lanzas largas y luego con otro grupo armado con lanzas y escudos. Cuando un grupo de arqueros trató de matar a los caballeros, Sir Lady Arya cargó en solitario contra ellos y los hizo huir. Finalmente, el mismísimo Caballero de los Colmillos llegó desde la vanguardia.
Era un gran guerrero a caballo con un extraño casco hecho con el cráneo de una gran bestia colmilluda. Sir Lady Arya se enfrentó al guerrero mientras el resto de caballeros seguían trabados en combate contra los lanceros. El combate entre el experimentado guerrero y la joven caballera no pintaba bien para ésta última, pero Sir Obon consiguió librarse de sus enemigos y acudió en ayuda de Sir Lady Aria, derrotando al Caballero de los Colmillos con un potente golpe de su mandoble.
Nuestros caballeros se despidieron de Merlin y regresaron a Sarum con los suministros por valor de 12 libras que iban a ser para el Rey Cerdic.
"Sir Baelor, si queréis tener noticias de vuestro verdadero hijo reuníos conmigo el siguiente año en Lonazep" - Merlín, parco en palabras.
En ausencia de los caballeros, la condesa había nombrado consejeros a Sir Leo y Sir Bar, los maridos de Sir Lady Astrid y Sir Lady Freya respectivamente. Además la condesa había cedido a las exigencias del Príncipe Aescwine y pagado tributo al reino de Wessex, un tributo que pagó ella misma de su heredad. A instancia de Sir Lycus, estudiaron la posibilidad de casar al hijo del Rey Cerdic con Lady Jenna, la hija de la condesa, en aras de forjar una alianza política a través del matrimonio. El Rey Cerdic aceptó, pero casándose él mismo con Lady Jenna.
A mediados de verano llegaron noticias preocupantes a Sarum. Sir Bennem, un antiguo caballero abanderado del Rey Uther había puesto sitio al castillo de Du Plain, en el margen este del condado. Du Plain estaba dirigido por la viuda de Sir Geoffrey, muerto en la Fiesta Sangrienta, y su hijo menor de edad. El Consejo decidió reunir apresuradamente a las tropas más cercanas a Sarum y partir hacia Du Plain con Sir Baelor al mando del ejército.
Al llegar vieron que en el sitio estaban participando más hombres de los que el Consejo traía consigo, aunque había pocos caballeros entre ellos. Tuvieron una reunión con Sir Bennem que, de forma altanera, prometió ofrecerse como vasallo de la Condesa Ellen a cambio de que le dejasen tomar y conservar tanto el castillo como las tierras que lo rodeaban. El Consejo rechazó sus demandas y se reunió con el ejército que tenían allí mientras esperaban refuerzos de la capital.
Por la noche Sir Bennem, aprovechando la oscuridad, atacó el campamento del ejército de Salisbury. El Consejo tenía allí más hombres que el veterano abanderado, pero la sorpresa del ataque nivelaba las fuerzas. El combate fue cruento y al amanecer ambos lados se retiraron sin un ganador claro. Al mediodía y tras recomponer sus filas, el Consejo decidió intentar romper el asedio a Du Plain y se volvió a enfrentar a Sir Bennem. El abanderado mantuvo el asedio con la mayor parte de sus levas mientras sus caballeros se enfrentaban de nuevo al ejercito de Salisbury.
Sir Baelor, castigado por numerosas heridas de la batalla anterior, dirigió la batalla sin participar en el combate dando el mando de la Lanza a Sir Lady Astrid. Tras unas horas de lucha el combate estaba muy igualado. Sir Lady Astrid no conseguía tomar la ofensiva y su Lanza se veía forzada a luchar a la defensiva. Las heridas se acumularon en Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya y Sir Obon. La joven caballera Sir Lady Arya recibió una herida grave producto de un fuerte golpe. Su escudero la consiguió sacar del combate. Viendo la complicada situación, Sir Baelor mandó a un hombre para que se adentrase en el cerco a Du Plain y entrase en el castillo.
"Si conseguimos comunicarnos con los caballeros del castillo y que ataquen a las fuerzas de Sir Bennem por detrás, la victoria será nuestra" - Sir Baelor, el estratega.
Desgraciadamente el soldado cayó entre las espadas enemigas antes de llegar al castillo. Así que Sir Baelor, en un acto de temeridad, decidió intentar infiltrarse él mismo. Sir Baelor cabalgó como un poseso atravesando las levas que asediaban Du Plain, pero al pasar recibió numerosos golpes y fue abatido. Sir Baelor fue capturado y, sin su comandante, el ejercito de Salisbury se batió en retirada. Al final del día Sir Bennem tomó el castillo.
A la mañana siguiente mandó un mensajero al maltrecho ejército del Consejo. Sir Bennem se quedaría con el castillo de Du Plain y sus tierras, casándose con la viuda de Sir Geoffrey. y a cambio juraría vasallaje a la condesa, la cual se desplazaría personalmente a Du Plain para hacer el juramento. El Consejo se vio forzado a aceptar. La Condesa, acompañada por un fuerte séquito fue recibida en Du Plain con formalidad y se procedió al juramento de vasallaje. Sir Lady Freya no consiguió convencer a Sir Bennem de que liberase a Sir Baelor ahora que ambos tenían un mismo señor, pero logró que lo sacase de la mazmorra y lo tratara con dignidad mientras se reunía el rescate para su liberación. A los meses, Sir Baelor fue liberado.
Llegó el invierno y con él numerosas noticias. El Rey Lot de Lothian había engendrado un hijo. Los irlandeses seguían guerreando en Gales y miles de ellos campaban a sus anchas por Norgales como un enjambre de ratas. Muchos exiliados Norgaleses se dirigieron al norte y allí el gran señor de la guerra Cunneda prometió que el siguiente año enviaría a sus tres hijos al sur a luchar contra los irlandeses.
Fue un invierno agridulce para Sir Lady Astrid: la Condesa Ellen le nombró Castellana de Vagon y Campeona del Condado. Pero esa alegría terminó cuando Sir Leo falleció de una enfermedad, sumiendo a la caballera en la tristeza.
Sir Lady Freya recibió un nuevo señorío de la Condesa, convirtiéndose así en Caballera Abanderada.
Sir Baelor fue nombrado Mariscal de Salisbury, título que complació sobremanera al caballero, pues hacía tiempo que lo ansiaba.
El caballero cartaginés, Sir Obon, también recibió tierras y fue nombrado Caballero Vasallo.
"Logres está sumida en la anarquía. Los caballeros más experimentados
de Salisbury
apoyan a la viuda del Conde y su hijo, Robert, cuidando
la tierra hasta que el niño
crezca y reclame su herencia. Los Sajones
comienzan a llegar a las cortes exigiendo
tributo. Merlín guía a los
caballeros de Salisbury hasta un guerrero Sajón, el Caballero
de los Colmillos,
al que éstos derrotan. En Londres, aparece una espada clavada en
una piedra."
- Flavio Lucio Dextro, cronista.
Este, el primer año después de la muerte del Rey Uther, del Conde Roderick y del resto de los nobles, se presentaba complicado en Salisbury. En Sarum, la capital del condado, se reunieron los caballeros más importantes para tomar en consideración cómo afrontar este período de anarquía.
La señora de la corte era la Condesa Ellen, regente hasta que su hijo Robert llegara a la mayoría de edad. Ésta, carente de experiencia, erigió un consejo de caballeros para que le asesorara.
Sir Amig el Asesino de Sajones, Castellano de Tilshead, era primero en rango. Era un caballero ya viejo cuyas heridas le impedían tomar las armas, pero aún así su experiencia debía ser útil.
Después estaba Sir Baelor, Abanderado de Winterbourne Stoke. Famoso por su liderazgo en batalla, era un hombre viudo, y las malas lenguas decían que cortejaba a la Condesa Ellen, aunque si era cierto, lo hacía de forma discreta.
"Mi pobre esposa muerta, qué le vamos a hacer... ahora me llamarán "Sir Baelor, el soltero de oro". Sir Baelor comienza a cortejar a la Condesa Ellen." - Rafa, el jugador que lleva a Sir Baelor.
Sir Lady Astrid, Abanderada de Dinton, era la siguiente. Era una mujer de ascendencia sajona, experimentada, famosa por su comportamiento caballeresco y su lealtad a la familia del Conde. Su joven hermana Sir Lady Arya le acompañaba en el consejo, observando y aprendiendo, aunque apenas participaba en él.
Sir Lady Freya también fue invitada al consejo. Era una caballera vasalla con gran gloria, práctica y conservadora, con una lengua afilada. También poseía algo de sangre sajona en las venas y su familia y la de Sir Lady Astrid habían sido amigas y aliadas desde hacía muchas generaciones.
Luego estaba Sir Jaradan, caballero vasallo cristiano, que mantenía una famosa rivalidad con Sir Baelor para determinar quién era el mejor espadachín del condado.
Y finalmente el consejo lo integraban Sir Lycus y Sir Obon. Aunque ambos eran meros caballeros mantenidos, su experiencia y habilidades los habían hecho dignos de entrar al consejo. El año pasado ambos habían abogado porque algún caballero tomara las riendas del condado, lo cual no les había granjeado las simpatías de muchos, pero la Condesa Ellen parecía no habérselo tenido en cuenta.
Las noticias corrieron como la pólvora ese año. Sir Brastias, el antiguo guardaespaldas del Rey, que ahora era un mercenario muy buscado, habló con Sir Obon de invasiones: en el norte las tropas del Rey Malahaut habían avistado exploradores pictos al sur del muro de Adriano; al oeste, mercenarios irlandeses se habían unido a la guerra civil en Estregales; el este los reinos sajones parecían más activos que nunca; y en el sur, el Rey Idres de Cornualles, parecía dispuesto a aumentar sus dominios en Britania.
También les contó que en Londres había aparecido una espada clavada en un yunque con una extraña inscripción: "Aquel que me arranque de esta piedra y este yunque se proclamará Rey de Britania". Muchos intentaban arrancar la espada de la piedra, Sir Brastias incluido, pero aún nadie había sido capaz de extraerla.
Aquel año se comenzaron grandes obras. El castillo de Sarum debía reforzarse y se decidió construir murallas alrededor de la ciudad. Las arcas estaban vacías, así que Sir Amig pidió ayuda a los miembros del consejo. Sir Amig y Sir Baelor contribuyeron con 20 libras cada uno. Sir Lady Astrid aportó 15 libras y tanto Sir Lady Freya como Sir Obon entregaron 10 libras cada uno, la primera a regañadientes, el segundo donando buena parte de sus riquezas personales. Sir Lady Freya, a petición del consejo, redactó una misiva para que otros señores de Salisbury contribuyeran a las obras de forma económica.
El Duque Ulfius envió un correo ese año: el Duque se estaba recuperando de las heridas sufridas en la batalla de St. Albans y el Supreme Collegium había sido convocado en Silchester para escoger un Alto Rey. Sir Amig, acompañado por una escolta, fue enviado para asistir al encuentro en nombre de Salisbury.
Sir Lady Astrid se enteró de que la Reina Ygraine, confiando en Dios antes que en caballeros sin señor, se había retirado a la Abadía de Amesbury junto a su hija más joven, Morgana. Amesbury estaba en Salisbury, y durante todo el año muchos nobles britanos trataron de hablar con la Reina, aunque ella parecía haberse retirado del mundo y no recibía a ninguno.
Sir Lady Freya escuchó lo siguiente de boca de unas sirvientas:
"- ¿Habéis oído lo de la espada? ¿La que está en Londres, en una piedra? ¡Tiene un grabado que pone que sólo el rey de britania podrá extraerla! ¿Qué os parece?
- Pues mira, esto parece uno de los trucos de Merlín. Apesta a magia, así que debe ser cosa suya y no de la Dama del Lago, que nunca le ha importado un rábano nada referente a ningún rey.
- ¿De Merlín dices? Pues seguro que es una trampa. ¿No creéis que deberíamos ir a pedir refugio a una abadía? O mejor deberíamos acudir a uno de los reyes del norte para que nos diera trabajo...
- ¿A una abadía? Como si unas monjas fueran a protegerte mejor que nuestros caballeros. Y la vida ya es bastante dura como desplazarte al norte convirtiéndote en un refugiado y teniendo que mendigar comida.
- Bueno, ¿y si vamos a Bretaña? ¿Creéis que algún caballero nos escoltaría hasta allí? El Rey Idres es fuerte y poderoso.
- Escucha corazón: en ningún lado te van a querer más que aquí. Tenemos tareas muy importantes asignadas. Vete si quieres. Pero si te quedas, más vale que dejes de cotorrear y te pongas ahora mismo con las todas las tareas que tienes atrasadas."
En primavera recibieron una visita inesperada: el Príncipe Aescwine de Essex, ¡un Sajón! Aescwine se presentó con palabras de paz... y de tributo. Garantizaba paz y protección frente a otros enemigos siempre que el reino de Essex recibiera un tributo de 100 cabezas de ganado y 100 libras de plata.
"¡Sí hombre! ¡Y qué más!" - Sir Lady Freya, la diplomática.
Sir Baelor hizo a Aescwine la misma oferta pero al revés: Salisbury garantizaría la protección de Essex a cambio de recibir el tributo. Aescwine se marchó de Sarum enfurecido y tildándolos de locos por no saber reconocer en qué posición de fuerza se encontraba cada uno. Una vez solos, Sir Baelor decidió crear un grupo de incursores que se hiciera pasar por sajones para sembrar la discordia entre los distintos reinos sajones. Sir Lycus se ofreció a reclutar a las personas adecuadas para dicho trabajo y abandonó el Consejo durante un tiempo mientras el Consejo estudiaba de dónde sacaría el dinero para pagar a tales mercenarios.
En verano, llegaron noticias desde el sur: el Condado de Hampshire estaba siendo atacado por Sajones llegados de más allá del mar. El Consejo envió a Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya, Sir Baelor, Sir Obon y Sir Lady Arya junto con un grupo de 35 caballeros y 130 soldados para ayudar a Hampshire. Además enviaron mensajeros a Marlborough y Silchester para pedir ayuda.
De camino, el ejército de Salisbury se encontró con un grupo de refugiados que huían hacia Sarum portando noticias terribles: el hijo del Conde de Hampshire (que murió envenenado el año pasado) había sido derrotado junto con sus caballeros.
El ejército reanudó la marcha y Sir Lady Astrid decidió enviar exploradores al sur como avanzadilla. Éstos volvieron con un grupo de Sajones que deseaban parlamentar con los representantes del ejército de Salisbury.
Entre los Sajones había algunos Britanos, y el portavoz del grupo decía representar a Cerdic, Rey de los Gewessi. El líder les invitó a visitar al Rey para hablar de paz y se ofreció a quedarse como rehén, ya que era Cynric, hijo del Rey Cerdic.
Nuestros caballeros se separaron del ejército y se dirigieron a la corte del Rey Cerdic, en Hantonne, escoltados por los caballeros de aspecto Britano que decían servir al Rey Cerdic. Cuando Sir Obon les preguntó porqué obedecían a un rey sajón, éstos le contestaron que los Gewessi eran una tribu Britona, de la que provenía el Rey Vortigern, el tirano que reinó antes que Aurelio Ambrosio, el primer Pendrágon.
Cuando llegaron a Hantonne, observaron que la ciudad había sufrido el saqueo de los Sajones. El Rey Cerdic había renombrado a Hampshire como Wessex, y recibió cortésmente a los caballeros de Salisbury con un banquete. Rodeados de sajones, nuestros caballeros casi montan un escándalo porque ninguno quería sentarse al lado de uno de ellos, pero Sir Obon, caballero proveniente de la lejana Cártago, no tuvo problemas en hacerlo.
"Hola coleguita. ¿Un poco de cecina?" - Sir Obon el campechano, saludando a un sajón.
Cerdic era hijo del Rey Vortigern, criado en Sajonia y famoso por sus luchas en el continente. Muchos caballeros supervivientes de Hampshire le habían jurado lealtad, viendo en el Sajón una oportunidad de supervivencia en estos tiempos difíciles. El Rey Cerdic insistió a los integrantes del consejo de Salisbury que no era su enemigo y les hizo ver que si el Condado de Salisbury le rendía vasallaje, el Rey Cerdic los protegería y sería un justo y buen señor.
Intrigados por este giro de los acontecimientos, los caballeros vuelven a Salisbury, dejando atrás un extraño Reino medio Sajón medio Britano.
En su regreso a casa, Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya, Sir Baelor, Sir Obon y Sir Lady Arya se encontraron con un extraño niño que parecía conocer mucho sobre ellos. Cuando le preguntaron quién era, el niño rió y se convirtió en Merlín entre una nube de humo. Luego, sin responder a las cuestiones que le hicieron los caballeros, les preguntó si estaban listos para una aventura.
"Aventura, camaradería y espada contra espada: de lo que están hechas las leyendas. ¿Verdad Merlín?" - Sir Baelor, de la vieja escuela.
"- ¿Habéis oído lo de la espada? ¿La que está en Londres, en una piedra? ¡Tiene un grabado que pone que sólo el rey de britania podrá extraerla! ¿Qué os parece?
- Pues mira, esto parece uno de los trucos de Merlín. Apesta a magia, así que debe ser cosa suya y no de la Dama del Lago, que nunca le ha importado un rábano nada referente a ningún rey.
- ¿De Merlín dices? Pues seguro que es una trampa. ¿No creéis que deberíamos ir a pedir refugio a una abadía? O mejor deberíamos acudir a uno de los reyes del norte para que nos diera trabajo...
- ¿A una abadía? Como si unas monjas fueran a protegerte mejor que nuestros caballeros. Y la vida ya es bastante dura como desplazarte al norte convirtiéndote en un refugiado y teniendo que mendigar comida.
- Bueno, ¿y si vamos a Bretaña? ¿Creéis que algún caballero nos escoltaría hasta allí? El Rey Idres es fuerte y poderoso.
- Escucha corazón: en ningún lado te van a querer más que aquí. Tenemos tareas muy importantes asignadas. Vete si quieres. Pero si te quedas, más vale que dejes de cotorrear y te pongas ahora mismo con las todas las tareas que tienes atrasadas."
En primavera recibieron una visita inesperada: el Príncipe Aescwine de Essex, ¡un Sajón! Aescwine se presentó con palabras de paz... y de tributo. Garantizaba paz y protección frente a otros enemigos siempre que el reino de Essex recibiera un tributo de 100 cabezas de ganado y 100 libras de plata.
"¡Sí hombre! ¡Y qué más!" - Sir Lady Freya, la diplomática.
Sir Baelor hizo a Aescwine la misma oferta pero al revés: Salisbury garantizaría la protección de Essex a cambio de recibir el tributo. Aescwine se marchó de Sarum enfurecido y tildándolos de locos por no saber reconocer en qué posición de fuerza se encontraba cada uno. Una vez solos, Sir Baelor decidió crear un grupo de incursores que se hiciera pasar por sajones para sembrar la discordia entre los distintos reinos sajones. Sir Lycus se ofreció a reclutar a las personas adecuadas para dicho trabajo y abandonó el Consejo durante un tiempo mientras el Consejo estudiaba de dónde sacaría el dinero para pagar a tales mercenarios.
En verano, llegaron noticias desde el sur: el Condado de Hampshire estaba siendo atacado por Sajones llegados de más allá del mar. El Consejo envió a Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya, Sir Baelor, Sir Obon y Sir Lady Arya junto con un grupo de 35 caballeros y 130 soldados para ayudar a Hampshire. Además enviaron mensajeros a Marlborough y Silchester para pedir ayuda.
De camino, el ejército de Salisbury se encontró con un grupo de refugiados que huían hacia Sarum portando noticias terribles: el hijo del Conde de Hampshire (que murió envenenado el año pasado) había sido derrotado junto con sus caballeros.
El ejército reanudó la marcha y Sir Lady Astrid decidió enviar exploradores al sur como avanzadilla. Éstos volvieron con un grupo de Sajones que deseaban parlamentar con los representantes del ejército de Salisbury.
Entre los Sajones había algunos Britanos, y el portavoz del grupo decía representar a Cerdic, Rey de los Gewessi. El líder les invitó a visitar al Rey para hablar de paz y se ofreció a quedarse como rehén, ya que era Cynric, hijo del Rey Cerdic.
Nuestros caballeros se separaron del ejército y se dirigieron a la corte del Rey Cerdic, en Hantonne, escoltados por los caballeros de aspecto Britano que decían servir al Rey Cerdic. Cuando Sir Obon les preguntó porqué obedecían a un rey sajón, éstos le contestaron que los Gewessi eran una tribu Britona, de la que provenía el Rey Vortigern, el tirano que reinó antes que Aurelio Ambrosio, el primer Pendrágon.
Cuando llegaron a Hantonne, observaron que la ciudad había sufrido el saqueo de los Sajones. El Rey Cerdic había renombrado a Hampshire como Wessex, y recibió cortésmente a los caballeros de Salisbury con un banquete. Rodeados de sajones, nuestros caballeros casi montan un escándalo porque ninguno quería sentarse al lado de uno de ellos, pero Sir Obon, caballero proveniente de la lejana Cártago, no tuvo problemas en hacerlo.
"Hola coleguita. ¿Un poco de cecina?" - Sir Obon el campechano, saludando a un sajón.
Cerdic era hijo del Rey Vortigern, criado en Sajonia y famoso por sus luchas en el continente. Muchos caballeros supervivientes de Hampshire le habían jurado lealtad, viendo en el Sajón una oportunidad de supervivencia en estos tiempos difíciles. El Rey Cerdic insistió a los integrantes del consejo de Salisbury que no era su enemigo y les hizo ver que si el Condado de Salisbury le rendía vasallaje, el Rey Cerdic los protegería y sería un justo y buen señor.
Intrigados por este giro de los acontecimientos, los caballeros vuelven a Salisbury, dejando atrás un extraño Reino medio Sajón medio Britano.
En su regreso a casa, Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya, Sir Baelor, Sir Obon y Sir Lady Arya se encontraron con un extraño niño que parecía conocer mucho sobre ellos. Cuando le preguntaron quién era, el niño rió y se convirtió en Merlín entre una nube de humo. Luego, sin responder a las cuestiones que le hicieron los caballeros, les preguntó si estaban listos para una aventura.
"Aventura, camaradería y espada contra espada: de lo que están hechas las leyendas. ¿Verdad Merlín?" - Sir Baelor, de la vieja escuela.
Los caballeros decidieron detener a los Sajones. Merlín les guió a través del bosque usando su magia. Envueltos en la niebla provocada por el Aliento del Dragón, los caballeros cayeron por sorpresa sobre las carretas. Primero se enfrentaron a un grupo de Sajones con lanzas largas y luego con otro grupo armado con lanzas y escudos. Cuando un grupo de arqueros trató de matar a los caballeros, Sir Lady Arya cargó en solitario contra ellos y los hizo huir. Finalmente, el mismísimo Caballero de los Colmillos llegó desde la vanguardia.
Era un gran guerrero a caballo con un extraño casco hecho con el cráneo de una gran bestia colmilluda. Sir Lady Arya se enfrentó al guerrero mientras el resto de caballeros seguían trabados en combate contra los lanceros. El combate entre el experimentado guerrero y la joven caballera no pintaba bien para ésta última, pero Sir Obon consiguió librarse de sus enemigos y acudió en ayuda de Sir Lady Aria, derrotando al Caballero de los Colmillos con un potente golpe de su mandoble.
Nuestros caballeros se despidieron de Merlin y regresaron a Sarum con los suministros por valor de 12 libras que iban a ser para el Rey Cerdic.
"Sir Baelor, si queréis tener noticias de vuestro verdadero hijo reuníos conmigo el siguiente año en Lonazep" - Merlín, parco en palabras.
En ausencia de los caballeros, la condesa había nombrado consejeros a Sir Leo y Sir Bar, los maridos de Sir Lady Astrid y Sir Lady Freya respectivamente. Además la condesa había cedido a las exigencias del Príncipe Aescwine y pagado tributo al reino de Wessex, un tributo que pagó ella misma de su heredad. A instancia de Sir Lycus, estudiaron la posibilidad de casar al hijo del Rey Cerdic con Lady Jenna, la hija de la condesa, en aras de forjar una alianza política a través del matrimonio. El Rey Cerdic aceptó, pero casándose él mismo con Lady Jenna.
A mediados de verano llegaron noticias preocupantes a Sarum. Sir Bennem, un antiguo caballero abanderado del Rey Uther había puesto sitio al castillo de Du Plain, en el margen este del condado. Du Plain estaba dirigido por la viuda de Sir Geoffrey, muerto en la Fiesta Sangrienta, y su hijo menor de edad. El Consejo decidió reunir apresuradamente a las tropas más cercanas a Sarum y partir hacia Du Plain con Sir Baelor al mando del ejército.
Al llegar vieron que en el sitio estaban participando más hombres de los que el Consejo traía consigo, aunque había pocos caballeros entre ellos. Tuvieron una reunión con Sir Bennem que, de forma altanera, prometió ofrecerse como vasallo de la Condesa Ellen a cambio de que le dejasen tomar y conservar tanto el castillo como las tierras que lo rodeaban. El Consejo rechazó sus demandas y se reunió con el ejército que tenían allí mientras esperaban refuerzos de la capital.
Por la noche Sir Bennem, aprovechando la oscuridad, atacó el campamento del ejército de Salisbury. El Consejo tenía allí más hombres que el veterano abanderado, pero la sorpresa del ataque nivelaba las fuerzas. El combate fue cruento y al amanecer ambos lados se retiraron sin un ganador claro. Al mediodía y tras recomponer sus filas, el Consejo decidió intentar romper el asedio a Du Plain y se volvió a enfrentar a Sir Bennem. El abanderado mantuvo el asedio con la mayor parte de sus levas mientras sus caballeros se enfrentaban de nuevo al ejercito de Salisbury.
Sir Baelor, castigado por numerosas heridas de la batalla anterior, dirigió la batalla sin participar en el combate dando el mando de la Lanza a Sir Lady Astrid. Tras unas horas de lucha el combate estaba muy igualado. Sir Lady Astrid no conseguía tomar la ofensiva y su Lanza se veía forzada a luchar a la defensiva. Las heridas se acumularon en Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya y Sir Obon. La joven caballera Sir Lady Arya recibió una herida grave producto de un fuerte golpe. Su escudero la consiguió sacar del combate. Viendo la complicada situación, Sir Baelor mandó a un hombre para que se adentrase en el cerco a Du Plain y entrase en el castillo.
"Si conseguimos comunicarnos con los caballeros del castillo y que ataquen a las fuerzas de Sir Bennem por detrás, la victoria será nuestra" - Sir Baelor, el estratega.
Desgraciadamente el soldado cayó entre las espadas enemigas antes de llegar al castillo. Así que Sir Baelor, en un acto de temeridad, decidió intentar infiltrarse él mismo. Sir Baelor cabalgó como un poseso atravesando las levas que asediaban Du Plain, pero al pasar recibió numerosos golpes y fue abatido. Sir Baelor fue capturado y, sin su comandante, el ejercito de Salisbury se batió en retirada. Al final del día Sir Bennem tomó el castillo.
A la mañana siguiente mandó un mensajero al maltrecho ejército del Consejo. Sir Bennem se quedaría con el castillo de Du Plain y sus tierras, casándose con la viuda de Sir Geoffrey. y a cambio juraría vasallaje a la condesa, la cual se desplazaría personalmente a Du Plain para hacer el juramento. El Consejo se vio forzado a aceptar. La Condesa, acompañada por un fuerte séquito fue recibida en Du Plain con formalidad y se procedió al juramento de vasallaje. Sir Lady Freya no consiguió convencer a Sir Bennem de que liberase a Sir Baelor ahora que ambos tenían un mismo señor, pero logró que lo sacase de la mazmorra y lo tratara con dignidad mientras se reunía el rescate para su liberación. A los meses, Sir Baelor fue liberado.
Llegó el invierno y con él numerosas noticias. El Rey Lot de Lothian había engendrado un hijo. Los irlandeses seguían guerreando en Gales y miles de ellos campaban a sus anchas por Norgales como un enjambre de ratas. Muchos exiliados Norgaleses se dirigieron al norte y allí el gran señor de la guerra Cunneda prometió que el siguiente año enviaría a sus tres hijos al sur a luchar contra los irlandeses.
Fue un invierno agridulce para Sir Lady Astrid: la Condesa Ellen le nombró Castellana de Vagon y Campeona del Condado. Pero esa alegría terminó cuando Sir Leo falleció de una enfermedad, sumiendo a la caballera en la tristeza.
Sir Lady Freya recibió un nuevo señorío de la Condesa, convirtiéndose así en Caballera Abanderada.
Sir Baelor fue nombrado Mariscal de Salisbury, título que complació sobremanera al caballero, pues hacía tiempo que lo ansiaba.
El caballero cartaginés, Sir Obon, también recibió tierras y fue nombrado Caballero Vasallo.
Sir Baelor (Edad 32)
Caballero Celta Cristiano Britano, Caballero Abanderado, Gloria 8.018
TAM 14 DES 13 FUE 19 CON 13 ASP 11
Habilidades principales: Administración 17, Cazar 18, Batalla 17, Equitación 17, Espada 25, Lanzas 16
Rasgos y Pasiones famosas: Lujurioso 17, Valiente 16, Lealtad (Conde Roderick 16), Amor (familia) 16, Honor 16, Lealtad (Escudos de Sarum) 18
Posesiones:
- 7 señoríos en Salisbury
- Winterbourne Stoke
- Market Lavington (cedido a Sir Alastor)
- Marston (cedido a Sir George)
- Bodenham (cedido)
- Coombe Bisset (cedido)
- Over Wallop (cedido)
- Chitterne (donado al padre Karras)
- 1 Castillo
- Winterbourne Stoke - Patio y empalizada - VD 5/3 - 10 infantes
- 6 Caballeros Vasallos (Sir Alastor, Sir George y 4 más)
- Tesoro: 30 £ y 80 denarios
Sir Lady Arya(Edad 21)
Caballera Sajona Pagana, Caballera Vasalla Gloria 1.152
TAM 10 DES 15 FUE 16 CON 14 ASP 10
Habilidades principales: Equitación 20, Espada 16, Lanzas 15
Rasgos y Pasiones famosas: Vengativa 16, Valiente 16, Lealtad (Conde Roderick) 16, Amor (familia) 17.
Posesiones:
- 1 señorío en Salisbury:
- Manxton (cedido por Sir Lady Astrid)
Sir Lady Astrid (Edad 32)
Caballera Sajona Cristiana Britana, Caballera Abanderada, Gloria 9.163
TAM 14 DES 13 FUE 15 CON 14 ASP 15
Habilidades principales: Percepción 16, Primeros auxilios 16, Encanto nórdico 17, Equitación 17, Espada 24
Rasgos y Pasiones famosas: Mundana 16, Honesta 16, Justo 18, Valiente 20, Lealtad (Conde Roderick) 20, Lealtad (Escudos de Sarum) 17, Lealtad (vasallos) 16, Amor (Sir Leo) 16, Odio (otros sajones) 17
Posesiones:
- 3 señoríos en Salisbury:
- Dinton
- Monxton (cedido a Sir Lady Astrid)
- Grately (donado a Sir Leo)
- 1 Castillo
- Dinton - Zanja y terraplén con foso - VD 4
- 2 Caballeros Vasallos (Sir Leo y otro)
- Tesoro: 45 £ y 120 denarios
Sir Lady Freya (Edad 32)
Caballera Sajona Cristiana Britana, Caballera Vasalla, Gloria 8.901
TAM 14 DES 12 FUE 14 CON 15 ASP 15
Habilidades principales: Nadar 18, Percepción 17, Primeros auxilios 16, Equitación 16, Espada 22
Rasgos y Pasiones famosas: Enérgica 17, Generosa 16, Honesta 16, Valiente 17, Lealtad (Conde Roderick) 19, Lealtad (Escudos de Sarum) 17, Odio (otros Sajones) 16
Posesiones:
- 1 señorío en Salisbury
- Newton
- 1 Castillo
- Newton - Zanja y terraplén con foso - VD 4
- Tesoro: 28 £
Sir Obon (Edad 22)
Caballero Cristiano Arriano, Caballero Mantenido, Gloria 2.148
TAM 15 DES 10 FUE 18 CON 14 ASP 10
Habilidades principales: Espada 16
Rasgos y Pasiones famosas: Clemente 16, Frugal 16, Honesto 16
Posesiones:
- 1 destrero andaluz
- Tesoro: 14 £
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