Dibujo

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"Una espada, una tierra, un Rey."

sábado, 6 de febrero de 2016

Anno Domini 499

De cómo Salisbury invadió la ciudad de Calne en Marlboro y cómo encuentran el castillo del Rey del Bosque Salvaje.

Salisbury se alía a Sussex, reino del Bretwalda Ælle. A instancia de Sir Allan
parte del ejército de Salisbury ataca Calne y la saquea. Sir Lady Astrid,
Sir Lady Freya, Sir Baelor, Sir Obon y Sir Aedan entran al Bosque Salvaje
y encuentran el Castillo de su Rey, aunque no superan las pruebas para verle.
- Flavio Lucio Dextro, cronista.

Sir Lycus, que había sido enviado a Sussex buscando una alianza con el Bretwalda Ælle, regresó con excelentes noticias: la alianza era un hecho. Salisbury y Sussex se comprometieron a apoyarse en caso de guerra y se hicieron los juramentos acostumbrados entre ambas regiones.

En el oeste, el Rey Idres de Cornualles prosiguió su avance a través de las tierras que pertenecieron al Duque Gorlois con un nuevo objetivo: Jagent. Emisarios del Conde Tegfan llegaron a Salisbury en busca de ayuda, pero no tenían dinero que ofrecer y sólo buscaban voluntarios. Pero el Rey Idres también mandó emisarios, en este caso a su propio hijo, el joven Príncipe Mark. El Príncipe ofrecía el precio normal por caballeros mercenarios y además sugirió una alianza con Cornualles.

"Mejor un aliado britano que uno sajón, ¿no les parece a sus señorías?" - Príncipe Mark, ante el Consejo de Salisbury.

El Consejo decidió poner a servicio de Cornualles veinticinco caballeros en calidad de mercenarios y ganar así algo de dinero, aunque rechazaron una alianza formal.

El Príncipe Cynric de Wessex, acudió como todos los años a la corte de Salisbury ofreciendo de parte del Rey Cerdic su más sentido pésame por la muerte de la Condesa y sugiriendo una alianza entre ambas regiones. A oídos de Sir Aedan habían llegado rumores relativos al aumento de tensiones entre los cuatro reino sajones, así que el Consejo, preveyendo debilidad entre los sajones y sintiéndose respaldado militarmente con su nueva alianza en Sussex, rechazó su petición. Un molesto Cynric exigió entonces doble tributo pero el Consejo, hastiado de pagar año tras año y ver el hambre de su pueblo negó el tributo al reino de Wessex. Finalmente Cynric se mostró dispuesto a pasar por alto ambas cuestiones si el Consejo accedía a que el joven Conde Robert fuera el invitado del Rey Cerdic, en Wessex, donde sería atendido por su hermana, lady Jenna. 

"Y una mierda." - Sir Lady Astrid, Campeona de Salisbury, tajante.

Ante esta tercera negativa un iracundo Cynric abandonó Sarum amenazando con terribles repercusiones.

Sir Lady Freya, entremezclándose con el vulgo escuchó lo siguiente en una conversación entre doncellas.

"- Por fin ese viejo mago se ha marchado. No podría estar más feliz. Nunca entenderé porque esos caballeros se molestaron en defenderlo ni porqué el antiguo rey lo toleraba en lo más mínimo.
- Bueno, desde luego se comportó como un malvado, ¿verdad? ¡Raptó al bebé de la reina! Y si esos rumores acerca del hijo del Príncipe Madoc son ciertos, seguro que ha raptado a ese bebé también. Me apuesto medio denario a que Merlín odia a todos los Pendragones.
- No estoy tan segura... quizás tenía un motivo para hacer esas cosas.
-Oh, sí. Y quizás el diablo sea tu amigo y baile para ti esta noche. Ya tenemos bastante con su hijo, no necesitamos más.
- ¿Habéis visto? Las damas y las doncellas de Vagon portan unos vestidos preciosos. Dicen que es la última moda en Cornualles. El Rey Idres está ganando fuerza y el príncipe es guapísimo y bien hablado. Quizá deberíamos decirle a Sir Amig que se aliase con ellos.
- ¡Hum! Como si nuestra opinión importara. ¡Bah!"

Sir Baelor, atado entre su deber con su familia y el mal comportamiento de su hijo adoptivo, decidió ir al Bosque Salvaje para encontrar al Rey del Bosque y recuperar a su verdadero hijo. Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya, Sir Obon y Sir Aedan decidieron acompañarlo, pues todos tenían motivos para entrevistarse con el elusivo Rey.

Los caballeros entraron en el Bosque Salvaje por el sendero de Bourton. El bosque presentaba un aspecto ominoso cuya frondosidad amenazaba con invadir el camino principal y borrar su rastro. A las pocas horas adelantaron a un grupo de mujeres compuesto por una mujer encapuchada y sus doncellas.

Cuando la mujer retiró la capucha Sir Lady Astrid y Sir Baelor reconocieron a Lady Nineve, que les contó que iba a visitar a una amiga que vivía en el interior del Bosque Salvaje. Si los caballeros la escoltaban, a cambio les diría dónde encontrar un manantial de aguas curativas.

"Será un honor para mi escoltaros, mi señora. Permitid que cabalgue a vuestro lado para hablar con vos y conoceros así un poco más." - El bello y galante Sir Aedan.

Así, los caballeros abandonaron el camino y se internaron por el bosque siguiendo las indicaciones de Lady Nineve. A lo largo del primer día hubo un momento en que la Dama del Lago no parecía recordar muy bien la dirección correcta, pero en ese momento la comitiva se encontró con un mendigo calzado con unas hermosas botas que se comprometió a indicarles a cambio de una de sus capas. Sir Lady Astrid le dio la suya y el hombre, claramente enajenado se la puso de un lado.

"Esto no es una capa. No me cubre los dos hombros. No, no, no... para nada es una capa en condiciones. Dadme otra capa."

Uno a uno fueron los caballeros dándole sus capas hasta que con la última pareció satisfecho y les indicó una dirección.

El segundo día encontraron a un grupo de doncellas y pajes. La más alta de las mujeres se presentó como Lady Blanca de Blanco. Y efectivamente su cabello era rubio muy claro, sus ojos pálidos y su vestido pristino como la nieve. Lady Blanca dijo que quería dar una leccion a sus doncellas y les pidió uno a uno, que explicasen a las mujeres porqué se consideraban unas buenas personas. Los caballeros de Salisbury así lo hicieron y tras el agradecimiento de la mujer siguieron su viaje algo perplejos.

El tercer día llegaron a un campo de amapolas rojas que pareció adormilarlos según lo atravesaban. Los caballeros ayudaron a algunas de las doncellas que cayeron dormidas y se apresuraron a salir de esa hermosa pero extraña zona.

Finalmente el cuarto día llegaron a una pequeña cabaña en medio del bosque. Nineve les contó que allí vivía una vieja amiga que en tiempos mejores había cuidado del Bosque. Pero ahora la edad y una terrible enfermedad la tenían postrada en el lecho presa de atroces dolores. La anciana había pedido a Nineve que acabase con su sufrimiento de la única manera posible y la Dama del Lago había accedido. Mientras Nineve se preparaba para el ritual, una de las doncellas preguntó a los caballeros que opinaban acerca de la eutanasia y si ello no iba en contra de las Leyes de Dios. Los caballeros debatieron esta cuestión entre ellos y al rato Nineve salió de la cabaña con aspecto serio.

"Está hecho. Vámonos." - Lady Nineve, circunspecta.

Durante un día más viajaron por el bosque y Lady Nineve dejó a los caballeros en Bedford, dándoles indicaciones de cómo llegar al manantial de Stevington. Agradeció a los caballeros sus servicios y rozó la mano de Sir Aedan diciéndole que durante el invierno visitaría el señorío de Medbourne para elaborar un elixir curativo con las aguas que obtuvieran del manantial.

Siguiendo dichas indicaciones nuestros caballeros partieron desde el castillo de Bedford río arriba durante un día hasta alcanzar un árbol donde dos palomas blancas estaban arrullando. Desde ahí escucharon la dulce voz de una mujer cantando. Siguiendo el sonido llegaron a un pequeño claro donde una hermosa joven de unos dieciocho o veinte años ataviada con ropas nobles parecía estar esperándoles. No parecía atemorizada por el grupo de caballeros armados hasta los dientes y, con una sonrisa, dio a cada uno de los caballeros un crisantemo blanco mientras se presentaba como Vithelen, la Doncella del Manantial.


Sir Baelor contó a Vithelen que Lady Nineve les había indicado dónde encontrar un manantial de aguas curativas y venían a recogerlas. La joven sonriendo les contó que sólo un hombre casto y honesto podía recoger agua del manantial. ¿Había alguien así entre ellos? Sir Obon, sin dudarlo, dijo que era la persona indicada.

"¿Túuuuu?" - Sir Lady Freya, conocedora de Sir Obon.

Vithelen y Sir Obon se adentraron en el bosque y la joven invitó al caballero a sentarse en una roca mientras ella se sentaba en el suelo, delante de él. La joven inició una conversación con el caballero y éste, avezado en mujeres, pronto notó que la joven estaba intentando seducirlo. La joven dejó caer con aire descuidado un tirante de su vestido dejando al aire un precioso seno y se acercó al caballero para besarlo, pero Sir Obon venció la tentación y se apartó con delicadeza de la mujer.

"Creo que os estais equivocando, mi señora. Aunque sois muy hermosa, únicamente hemos venido a buscar el agua del manantial." - Sir Obon, el... ¿¿casto??

La joven rió, recompuso su vestimenta y dijo a Sir Obon que había pasado la prueba. Luego lo condujo al nacimiento de un manantial y cantó mientras el caballero llenaba su cantimplora con el agua del lugar y bebía de ella.

Sir Obon se reunió con el resto de caballeros y Sir Baelor, impaciente, mandó continuar la marcha a través del Bosque Salvaje, pues bastantes días habían perdido ya escoltando a la Dama del Lago. Como no había ningún camino que se internase hacia el corazón del bosque decidieron abandonar las sendas, pero al segundo día Sir Baelor, el mejor cazador de todos ellos, parecía claramente desorientado. En su viaje por el bosque se enfrentaron con unos leones, una mantícora y un guiverno, combates que dejaron malheridos a los caballeros, especialmente a Sir Baelor, que recibió una herida grave que lo dejó incapacitado. Finalmente, tras una semana de penurias, los caballeros se encontraron con un lugareño que los guió fuera del Bosque Salvaje y decidieron volver a Sarum a recuperarse.

A su regreso se encontraron un acontecimiento inesperado. Sir Allan, el Abanderado de West Lavington, había atacado Marlboro. Con sus vasallos y tropas mercenarias ha realizado incursiones sobre la zona occidental del condado, cerca de la ciudad de Calne. Pillando desprevenidos a los caballeros de Marlboro había obtenido un gran botín, pero Sir Obon y Sir Aedan exigieron que fuera llamado a la corte para reprenderle.

Durante la corte, Sir Allan no sólo no se mostró arrepentido sino que convenció a varios miembros del Consejo de que sus acciones eran justas y de que aún había mucho que obtener en Marlboro. 

"Tras años de tributos nuestras gentes están exhaustas. Los bebés mueren de hambre en los pechos secos de sus madres y el frío mata a los campesinos, que no tienen con qué caldear el hogar. Necesitamos las riquezas de Calne. Además, las tierras que rodean esa ciudad pertenecían a Somerset y antes de ello a Salisbury, así que técnicamente sólo estaríamos recuperando lo que nos pertenece." - Sir Allan, frente al Consejo de Salisbury.

Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya, Sir Baelor y Sir Jaradan se mostraron en contra. Los tres primeros porque firmaron un pacto de protección con Marlboro y por la amistad que les unía a Sir Thebert, vasallo del Conde de Marlboro. El último porque su castillo de Devizes hacía frontera con el Condado y tenía amigos entre los vecinos.

Sir Obon, Sir Bennem, Sir Lycus y Sir Aedan se mostraron a favor de aprovechar el momento.

"El pez grande se come al chico, es ley de vida." - Sir Obon, filósofo.

Finalmente, y tras una acalorada discusión, la postura de Sir Allan obtuvo una victoria parcial. Todo aquel caballero que de forma voluntaria desease unirse a la conquista podría acudir, pero no habría un llamamiento formal por parte del Consejo.

El ejército se reunió en Devizes. Sir Berem viajó con sus caballeros vasallos y veinticinco soldados mercenarios. Sir Allan también llevó a sus vasallos y a mercenarios, y otros caballeros también aportaron sus tropas, hasta un total de treinta y cinco caballeros y ochenta y cinco soldados a los que se unió un Sir Obon hambriento de botín. Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya, Sir Baelor, Sir Amig y Sir Jaradan permanecieron en Sarum con el resto de caballeros para proteger el condado de incursiones.

El ejército avanzó sobre Calne pero antes de llegar un solitario caballero de Marlboro les cortó el paso negándose a rendirse. Exigió luchar contra el ejército de uno en uno y Sir Allan aceptó el desafío sin vacilar. En la lucha, Sir Allan consiguió descabalgar al caballero y luego siguió hostigándolo desde su caballo, propinándole terribles espadazos. Muchos caballeros de Salisbury pidieron al caballero de Marlboro que se rindiese puesto que ya había demostrado su honor. Al fin, el caballero, ensangrentado, se rindió a Sir Allan, pero ya había conseguido su objetivo: demorar al ejército lo suficiente como para que su escudero diera la alarma.

Finalmente, el ejército de Salisbury llegó a Calne y encontró las puertas cerradas. Sir Allan ordenó que la mitad del ejército comenzase el asedio de la ciudad y la otra mitad partiera a saquear los feudos vecinos.

Sir Bennem dirigió una de las partidas de guerra, pero durante los saqueos fueron encontrados por caballeros de Marlboro y su líder consiguió derribarle y vencerle en combate. Por suerte sus caballeros hicieron huir a los de Marlboro, y Sir Bennem fue llevado inconsciente de vuelta al campamento. Una semana después ya estaba ya en pie, y Sir Allan y Sir Obon pidieron al caballero que volviera a Salisbury, pero él, siempre orgulloso, se negó.

"¿He de llamar a mi escudero para que traiga mis armas y armadura o vais a dejar de molestarme, Sir Allan?" - Sir Bennem, respondiendo a las llamadas a la razón de Sir Allan.

Al fin, tras dos semanas de asedio infructuoso, un ejército llegó para enfrentarse a los caballeros de Salisbury. Treinta caballeros y unos setenta y cinco soldados al mando de Sir Coden, Gobernador de Wandborough. El heredero de Marlboro acompañaba al ejército: Bar, el hijo del anterior Conde, era un mozalbete de nueve años que apenas se sostenía sobre su caballo.

Sir Allan dijo a Sir Coden que su ejército se retiraría si Marlboro accedía a pagar tributo a Salisbury, pero Sir Coden se negó enfurecido y preparó a sus tropas para el combate

Los ejércitos se enfrentaron frente a Calne. Los caballeros cargaron los unos contra los otros y las lanzas se partieron. Sir Obon encontró a Sir Coden en el campo de batalla y tuvo lugar una gran pelea. Ambos eran guerreros experimentados y se infligieron grandes heridas el uno al otro, hasta que por fin Sir Obon propinó al Gobernador un terrible golpe que le hizo caer y quedar aturdido. Sir Coden se rindió.

Ante esto, el ejército de Marlboro se batió en retirada. Con el enemigo vencido, Sir Allan ordenó a todos los caballeros y soldados que saqueasen el Condado. El ejército volvió a Salisbury cargado de botín.

A finales de primavera llegaron noticias de Cornualles: el Rey Idres había atacado Jagent, asediando varios castillos y finalmente Ilchester. El Conde Tegfan, tras resistir un tiempo razonable, se rindió y juró vasallaje a Idres.

En verano llegaron mensajeros de tres reinos sajones: Essex, Wessex y Kent. Todos ofrecían lo mismo: una alianza que les proveyera de soldados para el próximo enfrentamiento entre dichos reinos. Los reyes sajones se iban a disputar el título de Bretwalda. También les llegó un mensaje de Sussex, su aliado sajón, que requería que cumpliesen su juramento enviando hombres para la batalla que se avecinaba entre los reinos sajones. El Consejo de Salisbury se comprometió a enviar a veinticinco caballeros en ayuda del Rey Ælle.

A finales de verano y recuperado ya de sus heridas, Sir Baelor decidió volver al Bosque Salvaje y de nuevo Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya, Sir Obon y Sir Aedan el Bello le acompañaron. Se volvieron a internar por el camino de Bourton y, sin abandonar la senda, llegaron a la frontera de Tribuit. Un grupo de ocho soldados les salió al paso informándoles de que no podían seguir avanzando, ya que Tribuit estaba cerrado a los extranjeros. Sir Baelor respondió que deseaba atravesar esas tierras para ver al Rey del Bosque. El jefe de los soldados pidió a los caballeros que esperasen a que el Conde Meilyr llegase, para que él decidiera. A las pocas horas el Conde Meilyr, acompañado de una docena de caballeros y varias decenas de soldados, se acercó a los caballeros. Informó a los de Salisbury que no podían seguir avanzando y que debían volver por donde habían venido, puesto que Tribuit era un lugar prohibido. Al preguntarle por la razón de esta prohibición, el Conde Meylir respondió que Tribuit había sufrido en el pasado incursiones y guerras, y que ahora el Bosque Salvaje en el que se encontraba la mayor parte del Condado era un lugar hechizado y peligroso. Para salvaguardar a sus súbditos, el Rey del Bosque había dado la orden de cerrar las fronteras. El séquito del Conde Meylir acompañó a los caballeros fuera del Bosque advirtiéndoles que no volvieran a entrar.

Los caballeros discutieron entre sí qué hacer a continuación y finalmente decidieron volver a entrar por el mismo camino evitando los puestos de guardia. Hubo un momento que casi se perdieron al salir del camino, aunque Sir Baelor supo orientarse y regresaron a la calzada. Prosiguieron durante un día hasta que divisaron otro puesto de guardia en la lejanía. Volvieron a introducirse en el bosque para evitarlo pero Sir Baelor volvió a extraviar al grupo, que vagó durante tres días hasta que encontraron a un gran elefante comiendo follaje de los árboles. Sir Aedan sabía que esos animales eran peligrosos, pero que, algunos de ellos, eran muy sabios y respondían amigablemente a quien se les acercase con humildad y respeto. El temerario caballero se despojó de la armadura y las armas y, con una rama de árbol bastante "apetitosa" en la mano se acercó al elefante.

"¿Pero dónde vas loco?" - Sir Lady Freya, con bastante sentido común.



Cuando llegó al elefante éste se giró y miró con curiosidad al joven caballero antes de coger la rama que le tendía con la trompa y llevársela a la boca. Luego preguntó: "¿Qué hacéis por aquí, viajero?". Pasada la consternación inicial de ver hablar al animal, Sir Aedan explicó que él y sus acompañantes estaban buscando al Rey del Bosque pero que habían perdido el camino. El elefante, solícito, se comprometió a llevarles al camino más cercano. Al día siguiente llegaron a la calzada y el elefante les indicó con la trompa la dirección a seguir antes de despedirse amablemente de los caballeros.

Tras otro día de viaje los caballeros llegaron a Buckingham. En el lugar había un castillo y su dueño, Sir Yves, les negó el paso a menos que disputasen una carrera contra él y su caballo, "Pensamiento". El grupo de caballeros aceptó y Sir Aedan prestó a Sir Baelor su corcel, Azucarillo, la montura que Merlín regaló al caballero. Tras una ajustada carrera un inspirado Sir Baelor ganó a Sir Yves, que se tomó la derrota con deportividad a pesar de manifestar que hasta aquel día nadie le había vencido.

Desde Buckingham los caballeros llegaron a Towchester, un pueblo increíblemente próspero: las mujeres portaban bonitos vestidos, los hombres vestían con lino y los animales y los campos aparecían limpios y cuidados. El mercado estaba lleno de maravillas, tanto manufacturadas como de alimentos, y Sir Aedan se compró una bonita daga repujada en plata. Ahí se enteraron que Towchester estaba gobernado por un Escudero, Tovus, al que decidieron visitar. El Escudero, un hombre de unos sesenta años, tras preguntarles qué hacían por allí les indicó el camino para llegar al Castillo del Bosque Salvaje.

Siguiéndolo llegaron a Brun, que, aunque era un castillo, no era el del Rey Salvaje. Fueron recibidos por Sir Garmon, el castellano, que les ofreció hospitalidad. Se les asignó habitaciones individuales con sábanas de seda y almohadones de plumas, y por la noche cataron las más excelentes viandas que habían probado en mucho tiempo mientras el vino y la cerveza parecían no tener fin. Sir Lady Freya, suspicaz, no bebió ni probó bocado alegando encontrarse indispuesta, aunque nadie le reprochó esa falta de decoro a la Ley sagrada de la Hospitalidad. Al día siguiente decidieron volver a Towchester, ya que evidentemente el Escudero Tovus les había indicado mal el camino, pero Sir Obon había disfrutado tanto la noche anterior que abogaba por permanecer un día más en Brun. Sir Lady Freya recordó a Sir Obon sus deberes feudales, le hizo entrar en razón y se pusieron en marcha.

De nuevo en Towchester el Escudero no se encontraba en su villa, así que los caballeros tomaron el sendero que iba hacia el norte. Al día siguiente divisaron a lo lejos un castillo como nunca habían visto otro.




¡Sin duda era el Castillo del Rey del Bosque Salvaje! Al acercarse llegaron a un puesto de guardia donde había ocho soldados. Ordenaron a los caballeros que esperasen, y así lo hicieron. Al poco tiempo aparecieron dos caballeros. Uno de ellos portaba un blasón con el Sol y el otro con la Luna. El Caballero del Sol preguntó qué asuntos les traían al Castillo Salvaje. Sir Baelor contestó que quería hablar con el Rey de Salvaje. Tras unos minutos los caballeros de Salisbury fueron escoltados al Castillo. En el camino se cruzaron con gente del pueblo, todos ellos parecían atareados pero felices, y algunas mujeres saludaban a los caballeros desde las ventanas de sus casas. Reinaba un ambiente de prosperidad y contento.

El Castillo era maravilloso, una obra de ingeniería como nunca ninguno de nuestros caballeros había visto antes. En su interior, los criados, vestidos con libreas mitad verde, mitad roja, trabajaban en silencio. Finalmente llegaron al Gran Salón. En el trono que presidía la sala no se sentaba nadie, pero en las escaleras que llevaban hasta él había un Dama, que habló a los caballeros. Al parecer el Rey del Castillo Salvaje no estaba disponible en estos momentos, pero hasta que pudiera atenderles, todos eran bienvenidos en su corte. La Dama ofreció ricos manjares y una cámara individual a cada caballero.

Por la noche hubo una gran fiesta. El Rey del Castillo Salvaje seguía sin aparecer, pero a la Dama se le unió un Enano y un Galante, que se sentaron junto a los caballeros y comenzaron corteses charlas. Tras explicar los motivos por los cuales los caballeros de Salisbury querían ver al Rey del Bosque la Dama les reveló que para ver al Rey deberían pasar tres pruebas. El Enano y el Galante confirmaron las palabras de la mujer y los caballeros se aprestaron a superar dichas pruebas.

La primera prueba consistía en vencer al Enano en un juego de ajedrez. Sir Baelor se ofreció para tratar de batirle. Mientras jugaban, el Enano discutía con Sir Baelor las sutilezas de la caza del palomo africano, tratando de distraer al caballero. Y parece que tuvo éxito pues Sir Baelor perdió la partida ante un sonriente Enano, que despidió a los caballeros y les dijo que hasta el siguiente año no podían retornar a intentar superar las pruebas.

Fue el primer invierno de muchos en el que la gente de Salisbury no tuvo que abonar tributos a otros reinos y, aunque el clima no acompañó en demasía, nobles y vasallos se mostraban satisfechos, pues las cosas podrían ir mucho peor. Al menos ni Cornualles ni los reinos sajones les atacaron y parecía que éstos últimos estaban dispuestos a matarse entre ellos.

Sir Baelor perdió a su concubina en unas fiebres, cosa que alegró sobremanera a su joven esposa, que había tenido que soportar los nada discretos pavoneos de la mujer en la Corte. A pesar del luto Sir Baelor mandó reformar su Gran Salón, invirtiendo en él más de cincuenta libras y consolidándose como uno de los grandes señores de Logres.

"Nada que no me merezca, no señor..." - Sir Baelor, sentado en su nuevo Gran Salón.

Sir Aedan recibió la visita de Lady Nineve en sus tierras. Fiel a su palabra la Dama del Lago hizo el bebedizo curativo con las aguas que los caballeros habían obtenido en Stevington y pasó unos días en el señorío de Medbourne para alegría de Sir Aedan. Su estancia fue la comidilla de la gente del señorío, que decían que la Dama del Lago había embrujado a su Señor.

Sir Lady Astrid, por su parte, pasó buena parte del invierno practicando el juego del ajedrez con su primo, el recién nombrado administrador de Dinton.



Los Caballeros en el 499

Sir Aedan (Edad 23)
Caballero Galés Pagano, Caballero Vasallo, Gloria 1.741
TAM 10   DES 9   FUE 12   CON 16   ASP 18
Habilidades principales: Coquetear 15, Equitación 16, Espada 15
Rasgos y Pasiones famosas: Lujurioso 16, Enérgico 16, Generoso 16, Valiente 16
Posesiones:
  • 1 señorío en Tribuit
    • Medbourne
  • Tesoro: 6 £
Sir Baelor (Edad 35)
Caballero Celta Cristiano Britano, Caballero Abanderado, Mariscal de Salisbury, Gloria 9.544
TAM 14   DES 13   FUE 19   CON 13   ASP 11
Habilidades principales: Administración 18, Cazar 19, Batalla 18, Equitación 18, Espada 26, Lanzas 17.
Rasgos y Pasiones famosas: Lujurioso 17, Enérgico 16, Valiente 16, Lealtad (Conde Robert) 16, Amor (familia) 16, Honor 16, Lealtad (Escudos de Sarum) 18, Lealtad (Condesa Ellen) 16.
Posesiones:
  • 7 señoríos en Salisbury
    • Winterbourne Stoke
    • Market Lavington (cedido a Sir Alastor)
    • Marston (cedido a Sir George)
    • Bodenham (cedido)
    • Coombe Bisset (cedido)
    • Over Wallop (cedido)
    • Chitterne (donado al padre Karras)
  • 1 Castillo
    • Winterbourne Stoke - Patio y empalizada - VD 5/3 - 10 infantes
  • 6 Caballeros Vasallos (Sir Alastor, Sir George y 4 más)
    • Tesoro: 28 £ y 120 denarios

    Sir Edar (Edad 34)
    Caballero Celta Pagano Britano, Caballero Mantenido, Gloria 2.399
    TAM 12   DES 13   FUE 22   CON 20   ASP 8
    Habilidades principales: Primeros auxilios15, Batalla 15, Espada 15
    Rasgos y Pasiones famosas: Lujurioso 16, Honesto 16, Valiente 19
    Posesiones:
    • 1 señorío en Salisbury
    • Tesoro: ¿?¿?¿? £

    Sir Lady Adwen (Edad 21)
    Caballera Celta Pagana Britana, Caballero Mantenido, Gloria 1.356
    TAM 10   DES 13   FUE 13   CON 16   ASP 12
    Habilidades principales: Espada 15
    Rasgos y Pasiones famosas: Enérgica 16, Honesta 16, Valiente 17, Odio(sajones) 17
    Posesiones:
    • 1 señorío en Tribuit
      • Ebbesbourne Wake
    • Tesoro: 1 £

    Sir Lady Arya (Edad 23)
    Caballera Celta Pagana, Caballera Vasalla, Gloria 1.607
    TAM 10   DES 15   FUE 16   CON 14   ASP 10
    Habilidades principales:  Equitación 20, Espada 18, Lanza de caballería 16
    Rasgos y Pasiones famosas: Vengativa 16, Valiente 17, Lealtad (señor) 16, Amor (familia) 17
    Posesiones:
    • 1 señorío en Salisbury:
      • Monxton (cedido por Sir Lady Astrid)
    • Tesoro: 7 £

      Sir Lady Astrid (Edad 35)
      Caballera Sajona Cristiana Britana, Caballera Abanderada, Castellana de Vagon, Campeona de Salisbury Gloria 11.050
      TAM 14   DES 13   FUE 17   CON 16   ASP 15
      Habilidades principales: Administración 15, Percepción 16, Primeros auxilios 17, Encanto nórdico 18, Equitación 18, Espada 26, Lanza de caballería 15
      Rasgos y Pasiones famosas: Mundana 16, Honesta 16, Justo 19, Valiente 20, Lealtad (Conde Robert) 20, Amor (familia) 16, Lealtad (Escudos de Sarum) 18, Lealtad (vasallos) 16, Odio (otros sajones) 17.
      Posesiones:
      • 4 señoríos en Salisbury:
        • Dinton
        • Grately
        • Monxton (cedido a Sir Lady Aria)
        • Vagon
      • 2 Castillos
        • Dinton - Zanja y terraplén con foso - VD 4
        • Vagon - Patio y empalizada - VD 5/3
      • 3 Caballeros Vasallos
      • Tesoro: 25 £ y 235 denarios

        Sir Lady Freya (Edad 35)
        Caballera Sajona Cristiana Britana, Caballera Abanderada, Gloria 10.755
        TAM 14   DES 12   FUE 16   CON 16   ASP 15
        Habilidades principales: Nadar 18, Oratoria 15, Percepción 19, Primeros auxilios 16, Equitación 17, Espada 24
        Rasgos y Pasiones famosas: Enérgica 18, Generosa 16, Honesta 16, Justa 16, Valiente 17, Lealtad (Conde Robert) 19, Lealtad (Escudos de Sarum) 17, Odio (otros Sajones) 17, Preocupación (mis campesinos) 17
        Posesiones: 
        • 1 señorío en Salisbury
          • Newton
          • Staford
        • 1 Castillo
          • Newton - Zanja y terraplén con foso - VD 4
        • 1 Caballero Vasallo
        • Tesoro: 19 £

        Sir Obon (Edad 25)
        Caballero Cristiano Arriano, Caballero Vasallo, Gloria 3.047
        TAM 15   DES 9   FUE 18   CON 14   ASP 10
        Habilidades principales: Equitación 16, Espada 17, Lanza de caballería 15
        Rasgos y Pasiones famosas: Clemente 16, Frugal 16, Valiente 17, Lealtad (Conde Robert) 17
        Posesiones:
        • 1 destrero andaluz
          • Tesoro: 12 £ y 120 denarios

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