Dibujo

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"Una espada, una tierra, un Rey."

lunes, 29 de diciembre de 2014

Anno Domini 489

De cómo el Rey Uther recibió el homenaje del Duque Gorlois de Cornualles
y de cómo se preparó la batalla de los sajones del norte.

"El Rey Uther consigue la lealtad del Duque Gorlois gracias a Excálibur,
aunque esta vez no le resulta tan fácil como con Corneus. Después nuestros
caballeros visitan las cuevas de Newark, derrotan al demonio que habitaba
una pequeña iglesia abandonada y protegen Lindsey contra Octa y Eosa."
- Flavio Lucio Dextro, cronista

A principios de año Sir Lady Astrid escuchó los siguientes rumores en la Corte del Conde Roderick:

"Hay un nuevo ejército sajón en el norte dirigido por Octa y Eosa. Están saqueando Malahaut mientras hablamos y asediando Eburacum. El Duque de Lindsey los ha mantenido lejos de Logres hasta ahora." 

A oídos de Sir Lady Freya llegaron noticias de que el Pretor Syagrius había sido derrotado por el Rey Claudas el verano del año anterior y de que todos los vasallos del Rey debían partir a la guerra durante el verano con la mitad de sus caballeros portando raciones de campaña para cuarenta días.

Y así fue como ese verano el Rey Uther dirigió a sus vasallos contra las tierras del Duque de Cornualles. Muchos vasallos le enviaron tropas, pero no tantos como habría deseado. El ejército del Rey se encontró con el del Duque cerca de Somerset, y pronto se vio que el Duque Gorlois había escogido bien el campo de batalla: sus arqueros se escondían entre los bosques, y sus caballeros dominaban una colina a la que se llegaba vadeando un río. Si había batalla, las bajas serían muy grandes incluso aunque el Rey Uther resultara vencedor.

El Rey y Merlin avanzaron bajo bandera de paz para parlamentar con el Duque de Gorlois. Este a su vez avanzó con sus más leales vasallos. El Rey gritó: - ¡Una tierra, un rey!

- ¡Justicia!- replicó Gorlois.

- Mostradle la espada- urgió Merlin. Y a su petición Uther desenvainó Excalibur, que brilló con fuerza a la luz de la mañana. La brillante luz mostró como las tropas en los bosques se encogían y se retiraban. El Duque Gorlois miró ensombrecido a los nobles que le rodeaban. Todos parecían preocupados.

- Contemplad la Espada de la Victoria,- anunció Merlin- forjada cuando el mundo era joven.

El Duque mantuvo un breve parlamento con sus hombres, luego se giró hacia Uther y gritó:

- Y si me rindo, ¿yo qué obtengo?

- ¿Que qué obtenéis...?- espetó el Rey antes de ser interrumpido por Merlin, que le dirigió unas apresuradas palabras. - Todas las tierras desde aquí hasta el mar, incluidas las del Rey de Cornualles si se las podéis arrebatar.

- ¡Acepto!- contestó el Duque, sellando la paz entre señor y vasallo. Los guerreros gritaron de alegría al saber que no habría combate ese día y todos estuvieron de acuerdo en comentar la nobleza de sus señores y el bien que habían alcanzado para Logres.

Gorlois y Uther acamparon juntos y pasaron la noche bebiendo y hablando hasta altas horas de la madrugada.

Al amanecer, el ejército de Gorlois se había marchado, y el Rey Uther envió a sus tropas al norte, para enfrentarse a los Reyes Sajones Octa y Eosa, que estaban asediando al Duque de Lindsey y devastando su señorío. Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya y Sir Lady Lilo fueron enviadas como avanzadilla a Newark, una ciudad sin murallas a pie de la calzada real que conducía a Lindsey para anunciar al Conde la llegada del ejército del Rey.

Allí fueron recibidos por el Conde, que les habló de las extrañas cavernas que se extendían por kilómetros debajo de la región y de las maravillas que se decía que escondían. Guiados por las indicaciones del padre Kurd, el joven y atractivo capellán del Conde, se adentraron varios días en ellas. Sir Lady Lilo coqueteó de una forma tan intimidante al sacerdote que dejó a éste tartamudeando, pero no logró que el tonsurado joven rompiera sus votos.

En las cuevas las tres mujeres sintieron cómo si su más profundo ser fuera analizado y contemplaron la belleza natural de las enormes grutas, llegando a la conclusión de que el tesoro que albergaba las cavernas era su propia belleza.

Cuando regresaron a Newark se encontraron con Sir Baelor, el cual anunció que el Rey llegaría en tan sólo dos días con sus huestes. El padre Kurd, tras charlar con nuestros caballeros acerca de la misteriosa experiencia que habían vivido en las cavernas, les contó que en la cima de una colina de los alrededores había una pequeña iglesia que se decía poseída y al que ningún cristiano en su sano juicio osaba acercarse. Los que lo habían hecho contaban historias de que de dentro de la iglesia emergían aullidos sobrenaturales que helaban el corazón de los hombres más valientes, impeliéndoles a huir.

Dispuestos a desentrañar el misterio de tal asunto Sir Lady Astrid, Sir Lady Freya y Sir Baelor se acercaron al desolado lugar. Allí una desvencijada iglesia de madera se alzaba solitaria sobre el rocoso paraje con las puertas rotas entreabiertas. Al rato de investigar el lugar unos espeluznantes aullidos precedieron la aparición de un can, negro como las fauces del infierno, que parecía transferir el daño que le hacían nuestros caballeros a aquellos que se lo infligían. Tras unos tensos minutos de desesperada lucha Sir Lady Astrid recordó una historia que le contó su abuela sajona cuando ella era niña. La historia afirmaba que existían unas criaturas maléficas con forma de lobo que sólo podían morir si se les asestaba un único golpe letal. Así, Sir Lady Astrid y Sir Lady Freya sometieron a la criatura y Sir Baelor la decapitó de un potente golpe.


Nuestros caballeros fueron recibidos con grandes muestras de alegría por la población cristiana de Newark, aunque luego se mostraron apenados por el incendio que se había producido durante la lucha contra la cristura, que arrasó la iglesia hasta sus cimientos. Ofrecieron la cabeza del monstruo al Conde Roderick cuando llegó con sus huestes y partieron hacia el norte.

"Eh... vaya, bonita cabeza. La pondré al lado de la piel de oso que me regalasteis, en un lugar de honor." - El Conde Roderick, taxidermista a la fuerza.

Durante el verano los sajones evitaron enfrentarse en batalla campal con el Rey, que envió a sus caballeros a atacar a las bandas de sajones saqueadores desgastando así el número del ejército sajón. Sir Lady Lilo, Sir Lady Freya y Sir Baelor formaron parte de una de las lanzas de caballería que se enfrentaron a los sajones, la dirigida por Sir Elad, el Mariscal de Salisbury. En una salida consiguieron abatir a un numeroso grupo de incursores sajones y Sir Baelor destacó por los atinados consejos que dio a Sir Elad, que permitió a los caballeros abrir brecha entre las filas sajonas.

Este año Sir Lady Lilo concibió un segunda hija, alegría que resultó empañada por la desaparición de otra de sus hermanas tras sufrir una incursión en Dinton de parte del clan sajón del Diente Roto. Entre los restos de una granja saqueada se pudo leer en una de sus paredes una runas sajonas con el siguiente mensaje: "Traidora a la sangre". Entre las gentes de Dinton comenzó a correr el rumor de que era la ascendencia sajona de Sir Lady Astrid la que hacía que estuvieron recibiendo tantos ataques.

También este año Sir Lady Freya consiguió autorización del Conde Roderick para sellar su unión con Sir Bar en un matrimonio político. Sir Bar, reacio a reconocer la legitimidad de los gemelos que había alumbrado Sir Lady Freya el año pasado, acató la voluntad del Conde. Es de destacar que algunos de los sirvientes comentaron en voz baja y entre risitas que no hubo consumación del matrimonio, y que Sir Lady Freya había afirmado que no la habría hasta que Sir Bar reconociera a los niños como propios.

"Un hombre tiene que aceptar sus responsabilidades." - Sir Lady Freya, bregando por el futuro de sus hijos.

Y hubo una segunda boda entre Sir Baelor y Lady Adwen, una rica doncella del condado a la que por fin pudo desposar Sir Baelor tras años de infructuoso cortejo. Tras la autorización del Conde a dicho matrimonio político Sir Baelor se convirtió así en un caballero abanderado y tuvo a otros caballeros bajo su mando.

"¡Un hijo, quiero un hijo!" - Sir Baelor, transmisor genetista frustrado hasta el momento.


Los Caballeros en el 489


Sir Baelor (Edad 25)
Caballero Gaélico Pagano, Caballero Vasallo, Gloria 2.311
TAM 15   DES 10   FUE 18   CON 13   ASP 11
Habilidades principales: Administración 15, Cazar 15, Batalla 15, Equitación 15, Espada 18, Lanzas 15
Rasgos y Pasiones famosas: Lujurioso 17, Valiente 16, Honor 16, Lealtad (Escudos de Sarum) 18
Posesiones:
  • 1 señorío en Salisbury
    • Winterbourne Stoke
  • Tesoro: 19 £


Sir Lady Astrid (Edad 25)

Caballera Sajona Pagana, Caballera Abanderada, Gloria 3.516
TAM 14   DES 11   FUE 15   CON 13   ASP 15
Habilidades principales: Percepción 16, Primeros auxilios 15, Encanto nórdico 15, Equitación 15, Espada 17
Rasgos y Pasiones famosas: Honesta 16, Valiente 19, Lealtad (Conde Roderick) 20, Odio (otros sajones) 16, Lealtad (Escudos de Sarum) 17
Posesiones:
  • 3 señoríos en Salisbury
    • Dinton
    • Monxton (donado a Sir Leo)
    • Grately (donado a Sir Leo)
  • 1 Castillo
    • Dinton - Zanja y terraplén con foso - VD 4)
  • 1 Caballero Vasallo (Sir Leo)
  • Tesoro: 24 £ y 80 denarios

Sir Lady Freya (Edad 25)
Caballera Sajona Pagana, Caballera Vasalla, Gloria 2.571
TAM 14   DES 10   FUE 15   CON 12   ASP 15
Habilidades principales: Nadar 18, Percepción 15, Primeros auxilios 15, Equitación 15, Espada 19
Rasgos y Pasiones famosas: Honesta 16, Valiente 16, Lealtad (Conde Roderick) 19, Lealtad (Escudos de Sarum) 16, Odio (Sajones) 16
Posesiones:
  • 1 señorío en Salisbury
    • Newton
  • 1 Castillo
    • Newton - Zanja y terraplén con foso - VD 4
  • Tesoro: 36 £ y 115 denarios

Sir Lady Lilo (Edad 25)
Caballera Sajona Pagana, Caballera Vasalla, Gloria 1.326
TAM 12   DES 14   FUE 12   CON 14   ASP 16
Habilidades principales: Cazar 15, Equitación 15, Espada 16, Lanzas 15
Rasgos y Pasiones famosas: Enérgica 16, Generosa 16, Honesta 16,  Odio (Sajones) 17
Posesiones:
  • 1 señorío en Salisbury
    • Tisbury

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